Otoño
Primer trimestre.
Estoy preparando nuevas entradas.
De diferentes temáticas.
Espero escribir una cada semana.
Primer trimestre.
Estoy preparando nuevas entradas.
De diferentes temáticas.
Espero escribir una cada semana.
Las vacaciones se acaban un año más.
Es el momento de pensar en el nuevo curso.
Pero, ¿qué estoy diciendo?
En mi nueva situación de jubilado, el día de mañana, 1 de septiembre, será muy distinto del que he vivido durante cuarenta años de servicio.
No obstante, el mundo de la docencia seguirá estando presente en mi vida.
Y también el mundo literario.
Los proyectos están sobre la mesa. Desde mañana, habrá que retomarlos.
¡Feliz curso a todos los colegas! En especial, a los que imparten Lengua Castellana y Literatura.
Para ellos va mi reiterada sugerencia de usar como lectura durante el curso la novela sobre mis clases de Literatura que, además, pueden solicitarme en pdf.
Si quieren comprarla, accedan al enlace de la portada del libro.
Hace ya cuatro años que este blog tiene entradas y sin fallar ningún mes.
En esta dirección puedes encontrar las del mes de agosto de 2010: http://aprl.blogia.com/2010/agosto.php
Y si pones Lengualit en tu buscador te encontrarás con alguna de mis páginas. Yo lo he hecho y me ha salido esto: https://www.google.es/search?q=lengualit&rlz=1C1GGGE_esES493ES494&oq=lengualit&aqs=chrome..69i57j69i65j69i61j0l3.1855j0j8&sourceid=chrome&es_sm=93&ie=UTF-8
Espero que sigas visitándome.
Así termina el corto relato sobre las preposiciones que has venido leyendo desde hace varios días:
El último que contó fue muy cortito y fue el que más llamó mi atención. El personaje me recordó a mi profe de Lengua, el lector. Lo contó más o menos así:
“Érase una vez un profe que jugaba con las palabras y quería que sus alumnos hicieran lo mismo. Un día les propuso un juego: cada vez que abrieran la boca para decir algo tenía que salir por sus labios alguna preposición pronunciada de manera especial. Y si no tenían que quedarse callados. Tras los primeros minutos de silencio para pensar, casi todos se animaron a participar y hubo muchas risas y fiestas con las ocurrencias. Se dijo de todo. Y quedaron en repetirlo otro día. Y así lo hicieron. Y colorín, colorado,…”.
Por cierto, el ciego también usó muy bien todas las preposiciones.
Finalmente, lo que hicimos todos fue acudir a la biblioteca de aula a recoger nuestro libro de lectura para dedicar los últimos minutos de la sesión a esa beneficiosa tarea individual. El timbre del recreo nos interrumpió.
Después de esta divertida y diferente sesión de Lengua, me entraron ganas de escribir algo al estilo del relato corto que nuestro profe nos había regalado. Porque nos dio una fotocopia.
Y así lo hice. Pero eso lo contaré otro día.
Espero que te haya gustado.
No te olvides de descargártelo en http://aprilin.bubok.es .
La penúltima dosis:
>>Tras todo este tiempo de lectura, es decir, a continuación, me gustaría finalizar con la siguiente observación: a las preposiciones les gusta la compañía y, por eso, aparecen junto a otras palabras formando las locuciones preposicionales. Aunque también les gusta la soledad y así las usamos en muchas de nuestras conversaciones coloquiales. Nunca habéis oído o dicho ¿A…? ¿Ante…? ¿Bajo…? ¡Con…! ¿Contra…? ¿De…? ¿Desde…? ¡En…! ¡Entre…! ¡Hacia…! ¡Hasta…! Para… Por… ¿Según…? ¡Sin…! Sobre… ¿Tras…?
>>Y se os entiende perfectamente.
>>Espero que os haya gustado esta actividad de lectura en alta voz.
>>Muchas gracias por escucharme y aguantarme.”
Y dobló sus papeles y los guardó.
Al finalizar los cortos minutos de lectura no se esperaba el espontáneo aplauso de todos los oyentes. Fue el momento en el que dio paso a las preguntas, pero nos había dejado boquiabiertos y nadie utilizó los signos de interrogación.
En ese instante alguien tocó en la puerta. Era el invitado.
-Entre y acompáñeme, por favor –dijo el profe que se había acercado a abrirle.
Y pasó un hombre al que acompañaba un perro lazarillo. El invidente se presentó diciendo que se llamaba Manuel. Y empezó su actuación. Tres breves cuentos muy bien relatados y uno más que le pedimos. Más de un minuto duraron los aplausos finales.
¿Cómo acabará este corto relato?
Mañana lo descubrirás.
Preposiciones con S dan continuidad al relato que has venido leyendo desde hace varios días.
>>“Según” tiene varias acepciones según el DRAE. Cuando empleamos esta preposición estamos indicando “conforme a, con arreglo a,…”. Conforme a la opinión de mi nieta Lucía, es decir, según ella, su abuelo, que soy yo, es de los que más usa la preposición “según” con el significado de “depende”. ¿De qué depende? De según cómo se mire, todo depende. Ya lo decía el cantante.
>>“Sin” es una preposición que está muy de moda en muchos artículos de consumo. ¿Conocéis alguno? Seguro que, sin dudarlo, vuestra respuesta es sí. Hasta mi nieta Lucía suele pedir productos “sin” porque imita los gustos de sus padres. “Sin ti no soy nada” decía un verso de una canción de un famoso grupo musical. “Ni contigo ni sin ti, tienen mis males remedio” decía la letra de otra. Y los mensajes están claros: Necesitamos que no nos falte de nada. Somos seres sociales y preferimos la preposición “con” a la preposición “sin”. No queremos tener carencias. Sin ninguna duda. Y sin más que añadir paso a la siguiente preposición.
>>“So” es de las preposiciones menos usadas y aparece en expresiones como “so pena, so pretexto”. Utilizamos más su sinónima “bajo” para indicar “debajo de”. Ni se te ocurra decirme en estos momentos ¡so! porque no soy ningún animal y no voy a parar hasta que concluya esta historia. A la única que se lo permito es a mi nieta cuando me utiliza de burro en nuestros juegos.
>>“Sobre” es la proposición antónima de “bajo” y se usa sobre todo para indicar “encima de…”. Acerca de esta preposición podemos decir también que la empleamos con muchas otras acepciones. Yo lo he comprobado en la nota que mi hijo me dejó esta misma mañana sobre la mesa de la cocina. Decía así: “Hoy sobre las once, a 25º sobre cero, me encontré un sobre que contenía sobre mil euros. Creo que voy a devolverlo y no es porque me sobre el dinero”. Lo que sobran son más palabras.
Mañana, el profe terminará de leer la carta.
Para no parar de leer desde la primera hasta la última línea, puedes descargarte el pdf del relato completo pulsando en la imagen.
Con un gesto de los suyos, volvió a llamar nuestra atención para continuar con su lectura. Y sin más pausas hasta el final, como él mismo avisó.
-¿Alguien puso el cronómetro desde que comencé a leer hasta la pausa? ¿Se os ha hecho largo el primer tiempo? Espero que no. Continúo con la siguiente preposición, ¿de acuerdo? Muchas gracias.
>>“Mediante” es una preposición moderna que tampoco aparecía en la relación tradicional que yo estudié en mi pueblo natal. Mucho más moderna es “vía”. Mediante (por medio de, con, con la ayuda de) este relato que os estoy leyendo persigo varios objetivos. Pero eso lo vais a comprobar cuando os hable de la siguiente preposición. Porque…
>>“Para” indica sobre todo finalidad. Y la finalidad de esta lectura es múltiple y variada: para que conozcáis este tipo de palabras, para que aprendáis sus usos, para que deis importancia al verbo escuchar, para que os animéis a escribir relatos cortos y creativos. Podría añadir algún “para” más, pero… ¿Para qué más? Para más nada. ¿Os parece poco? Por otra parte, no debéis confundir esta preposición con la forma verbal homófona (“para” del verbo parar). Por eso, aunque me lo pida Lucía porque sabe que soy muy obediente, esta vez no tengo intención de volver a parar la lectura y, como si me saltara un stop, sigo leyendo “para” conseguir llegar al final de mi relato.
>>“Por” no es un agente municipal como el padre de Lucía, pero sí es la preposición que utilizamos para indicar el agente de la oración pasiva. El agente de estas líneas soy yo: “Estas líneas están escritas por mí y están protagonizadas por las preposiciones y por Lucía”. La preposición “por” tiene muchas acepciones o denotaciones. Puedes observarlo en este mensaje que recibí un día por whatsapp: “Me dijo que lo tenía que hacer por las buenas o por las malas, yo le respondí que, por solo veinte euros, aprendería a multiplicar por nueve”. Cuando lo leí, me vino a la cabeza la pregunta ¿por…?, que coloquialmente equivale a ¿por qué? No entendía nada. Alguien se había equivocado de mensaje o de número.
Por hoy es suficiente.
Con H se escriben las dos preposiciones que ocupan hoy esta entrada.
>>“Hacia” indica dirección y yo me encamino hacia un momento que nos vendrá bien a todos. Hacía rato que he observado que lo necesitamos. Pero dejadme que os lea cinco líneas más.
>>“Hasta” no se lleva bien con “desde” y la usamos cuando expresamos el final de un momento, de un lugar, de una acción, de una cantidad,… Forma parte de expresiones coloquiales con las que nos despedimos: “hasta luego, hasta ahora, hasta más ver, hasta la vista, hasta otra, hasta después, hasta nunca”. Si la escribes sin hache te puede coger el toro con sus astas. Hasta Lucía quiere descansar porque no ha querido decirme nada. Hasta aquí voy a leer para finalizar esta primera parte de mi relato preposicional. Hasta dentro de un rato.”
Detuvo su lectura. Llegó el momento de la pausa como había dicho. Y nos dejó unos minutos de descanso. Fue el momento en el que pudimos comentar entre nosotros lo que estaba sucediendo. Sobre todo se hablaba del énfasis que ponía el profe en alguna de las líneas que leía. No tenía las dotes de un cuentacuentos, pero se esforzaba. ¿Sería un cuentacuentos el invitado anunciado? Habían pasado pocos minutos desde que empezamos a escuchar lo que se estaba leyendo. O eso parecía.
El relato completo ya sabes dónde encontrarlo. Puedes descargártelo gratis en este enlace.
Durante varios días llevo dosificando mi relato preposicional. Lo podéis descargar gratis en mi página de Bubok.
>>“Durante” no estaba entre las preposiciones que yo me aprendí de memoria cuando realizaba mis primeros estudios en los años sesenta. Hoy sí tienen que aprenderla todos ustedes porque así lo dicen los que mandan en esto. La empleamos para referirnos a lo que dura un periodo con principio y fin. Se podría decir que vale por “desde” y por “hasta”. Durante los minutos que me quedan de lectura, espero que sigáis tan interesados y atentos como hasta ahora.
>>“En” es de las preposiciones que usamos para introducir los complementos circunstanciales de lugar, tiempo y modo. Siempre que hablo de circunstancias me acuerdo de la famosa sentencia de Ortega y Gasset que decía “Yo soy yo y mi circunstancia,…”. Yo comparto y defiendo esa idea en este momento y en este lugar y la he defendido siempre. En mi actual circunstancia me da por escribir y espero que lo que escribo llegue a publicarse en poco tiempo. Aprovecho la circunstancia para hablar de otra “en-“ que he encontrado en el diccionario. Es un prefijo que se usa para formar parasintéticos. ¿Y eso qué es? Os lo voy a explicar con un ejemplo que me enseñó un colega de Departamento. La palabra “en-amor-ado” es parasintética porque al lexema le hemos añadido morfemas derivativos prefijos y sufijos, pero si quitamos el prefijo “en-” la palabra “*amorado” no existe en nuestro léxico. ¿Lo entendieron?
>>“Entre” está colocada entre “en” y “hacia”. Para destacarlas las he escrito entrecomillas. Que quede entre ustedes y yo, os diré que “entre” se enfadaba más que “contra” cuando oía la incorrección “*Entre más…”. Lucía me recuerda que os diga que se debe decir “Cuanto más”. Esta nieta mía siempre se pone en medio de…, como el jueves, entre las líneas que voy escribiendo. Parece que quiere quitar el protagonismo a las preposiciones. Espero que cuando, dentro de un rato, entre en clase la persona a la que he invitado no os quedéis con la boca entreabierta. Entre pitos y flautas ya solo quedan dos preposiciones para el entreacto o intermedio. Es decir, para el primer y único descanso en mi lectura.
Hasta mañana.
Cuarta dosis:
>>“De” es otra preposición que tiene, como la “a”, más de veinte significados en el DRAE. Es el nombre de la cuarta letra de nuestro alfabeto y también se usa como prefijo. No la confundas con una forma del verbo dar. Cuando Lucía quiere algo dice: “No quiero que nadie me dé nada de nada”. La preposición “de” no lleva tilde diacrítica como la homófona forma verbal “dé” porque tiene menos importancia. Uno de los significados de esta preposición es el de posesión, no de egoísmo. Otro uso es para indicar origen y origina muchos gentilicios. Yo por ejemplo soy de Extremadura, extremeño. Lucía es de Las Palmas de Gran Canaria, es canaria. Igual que sucedía con “al”, “a+el”, cuando usamos “de” junto al artículo “el” formamos la contracción “del” que no podemos emplear cuando el sustantivo al que acompaña lleva “El”. Por eso Lucía me suele decir: “He visto una postal de El Teide y quiero visitarlo contigo”. Algunas curiosidades más: los nombres de las calles deben llevar esta preposición. Lucía siempre me lo dice bien: “Vivo en la calle de…” Y a veces no encontramos con algunos apellidos que empiezan con esta preposición. ¿Conoces alguno? Muy conocido es el de Miguel de Cervantes. Esta es otra preposición que se molesta mucho cuando no la usan adecuadamente y cometemos el error del dequeísmo. Le tengo dicho a Lucía que nunca diga “*Opino de que…” “*Me dijeron de que…”. ¿Cómo lo dicen ustedes? Espero que correctamente.
>>“Desde” es una engañosa preposición. Lo digo por las veces que la veo escrita en muchos carteles publicitarios. Cuando leáis “Desde… euros” ya sabéis lo que significa. No os sorprendáis con los precios reales y pensad que falta el “hasta…”, la preposición de significado opuesto a la que también dedicaremos unas líneas. Entre otros significados, “desde” tiene el de “principio de…”. Desde hace unos minutos, estoy leyendo lo que se me ha ocurrido escribir sobre “A-ante-bajo-cabe-de-desde…” y, desde que acabe con “desde” hasta el final, seguiré leyendo lo que se me ha ocurrido escribir sobre “Durante-en-entre-hacia-hasta-mediante-para-por-según-sin-so-sobre-trás”. ¿Qué os parece? Estoy leyendo el pensamiento de alguno y lleva ausente desde que empecé la lectura. Quiero decir: desde que empezó el curso. ¡Es broma!
La lectura de la carta continuará...
Con esta ya son tres las dosis contra los síntomas que tú quieras.
>>”Con” es una gran compañera como puedes comprobar cuando se junta a los pronombres mí, ti, sí para formar las palabras conmigo, contigo y consigo. Pero no se lleva nada bien con “sin” de la que después hablaremos. Ya sabéis que indica el medio, modo o instrumento con el que se realizan las acciones, además de compañía. Compañía es la que me hace Lucía, con la que tengo continuo contacto, cuando sus padres la dejan a mi cargo y al de la abuela por motivos laborales o porque tienen sus planes. Con el instrumento del diccionario en mi mano y con mi vista he comprobado también que “con-” es un prefijo forma parte de muchas palabras con sentido de “reunión, cooperación o agregación”. Con toda esta información espero que os quedéis contentos.
>>“Contra” se enfadaba mucho cuando la usaban vulgarmente en expresiones como “*Contra más…” Es una grave incorrección. Se dice “Cuanto más…” En realidad, era yo quien me irritaba y me ponía en contra de quienes la “malusaban” e iba a la contra con mis correcciones. Por deformación profesional siempre le comento a mi nieta que esto de las incorrecciones es una de las batallas que me tiene ocupado y preocupado. Ella es una de las que piensa que tengo la guerra perdida. Pero yo lo seguiré intentando con mis armas y os voy a pedir que me ayudéis a hacer una gran pancarta que diga ¡CONTRA LOS VUGARISMOS! Es la gran pelea de este profe “versus” el habla vulgar.
Consigue gratis el pdf completo en este enlace: http://aprilin.bubok.es/
Tres preposiciones más en esta segunda dosis de mi corto relato.
El profe sigue leyendo su carta.
>>“Ante” es la segunda de las preposiciones y también es un animal. ¿Alguien sabe lo que es un alce? Un alce no es otra cosa que un ante. ¿Y qué es un ante? Quiero que os imaginéis a un mamífero rumiante. Mejor, quiero que veáis la imagen que tenéis ante vosotros. Delante de vosotros tenéis un ante. Cuando mi nieta Lucía lo vio con sus enormes astas en un documental me dijo que se parecía mucho al ciervo. ¡Pobre animalito! Lo digo porque con su piel adobada y curtida los hombres de antes y los de ahora han hecho y hacen vestidos de toda clase.
>>“Bajo” no solo es preposición. Escucha bien y lo comprobarás. Cuando bajo cada noche a pasear “so” pretexto de tomar el aire, oigo tocar el bajo al bajo profesor bajo las estrellas. Él dedica sus graves y melancólicas notas a mi amiga, vecina del Bajo B que vive debajo, dos pisos más abajo. Parece un juego de palabras, ¿verdad? A mi nieta, que como esta preposición tampoco tiene ningún complejo de inferioridad ni necesita ir a ningún psicólogo, le gusta más el contrabajo. “Bajo” significa lo contrario que “sobre”. Lucía ya lo tiene muy claro porque se lo ha explicado muchas veces la pareja Epi y Blás.
>>“Cabe” es una preposición en desuso y que encontramos en algunas poesías. No se escribe igual que la homófona forma verbal “cave” del verbo cavar. Recuerdo lo que me decía el poeta de mi padre, bisabuelo de Lucía, cuando hablaba de su trabajo en el campo: “Cave como cave la tierra siempre tengo cabe mí la mejor herramienta y una bota de buen vino. Haz tú lo mismo y ten cerca de ti buenas palabras para expresarte mejor”. Y procuré hacerle caso. Cabe decir en este momento que el anónimo autor de la novela picaresca “El Lazarillo de Tormes” usó esta preposición en el episodio de la jarra de vino: “Usaba poner cabe sí un jarrillo de vino, cuando comíamos, y yo muy de presto le asía y daba un par de besos callados, y tornábale a su lugar.” Hay que traducir la preposición “cabe” por las expresiones “cerca de” o “junto a”. No cabe duda de que el pícaro se buscaba la vida con sus constantes picardías.
Recuerda que el pdf gratuito lo tienes en el enlace de esta imagen:
Se podría decir que las preposicones son palabras intermediarias que sirven como nexo que relaciona palabras entre sí y que tienen variados significados.
Ellas son las protagonistas de un corto relato que voy a dar a conocer en pequeñas dosis.
Empiezo con la primera:
Se le notaba, tenía muchas ganas de hacer una proposición con las preposiciones. Una decente y corta proposición narrativa para deleite o aburrimiento de sus alumnos en el año de su jubilación. Y, como Tauro y metalingüístico que era, lo hizo en pleno enero el mismo día del comienzo del segundo trimestre. Fue su regalo de Reyes. Debió dedicar bastantes horas de sus vacaciones navideñas para escribir su relato, aunque nos confesó que fueron varios los meses sentado ante el ordenador y tecleando línea a línea.
Cuando aquella mañana mi profe de Lengua entró en el aula, sacó de su maleta lo que habitualmente solía extraer y colocar sobre su mesa y, además, un documento de varias páginas, escrito a mano, que se dispuso a leer sin mediar ninguna introducción de la sesión. Ese día eran otros los planes de Ángel.
Y, tras su habitual y educado saludo, empezamos a escuchar su enérgica voz:
-Esta es la historia de unas palabras muy libres, muy sueltas y muy amistosas. Van puestas delante de otras y son unas excelentes compañeras. Se llaman “preposiciones”. Forman parte de los llamados sintagmas preposicionales y cumplen diferentes funciones dentro de una oración. Todos habéis oído hablar de ellas y todos las usamos al hablar y al escribir.
>>El insigne autor realista canario don Benito Pérez Galdós escribió dos renglones sobre ellas en su obra La conjuración de las palabras. Cito: “Las Preposiciones eran enanas, y más que personas parecían cosas, moviéndose automáticamente: iban junto a los Sustantivos para llevar recado a algún Verbo, o viceversa.” ¡Qué genio! ¡Vaya creatividad!
>>En este relato las preposiciones son las verdaderas protagonistas.
>>“A” no solo es la primera letra del abecedario o alfabeto y una de las vocales abiertas. Es como mi nieta Lucía que quiere ser siempre la primera en todo y que es muy extrovertida. Y muy lista. “A” es, alfabéticamente, la primera preposición. Ella, como todas, tiene como misión fundamental la de ir delante y preceder a otras palabras. Y pierde el nombre cuando se junta con el artículo determinado “el” para formar la contracción “al”. Y mira si tiene importancia que en el diccionario de la RAE hay más de veinte acepciones sobre su uso. Algunas de ellas como sinónima de otras preposiciones. Por ejemplo: significa “para” en “A beneficio del grupo”. Se siente muy dolida cuando algunos, por descuido o por incultos, la escriben con H.
La siguiente dosis, mañana.
Si quieres el pdf completo y gratis pulsa en la imagen:
Un curso más que finaliza.
Para mí ha sido diferente porque hace más de un mes que dejé las aulas y me jubilé.
Y ya tengo mi mente ocupada en otras tareas.
Una de ellas es la de cambiar la temática de este blog.
Sin perder su intención didáctica quiero escribir nuevas entradas que tengan que ver con la educación y la cultura en general.
Espero conseguirlo.
Gracias a todos los que me siguen.
Una vez dejada la enseñanza presencial tengo el proyecto de dedicar este espacio a la atención del personal que quiera que le ayude en las tareas escolares del área de Lengua Castellana y Literatura, principalmente.
Cualquier duda o consulta que se me plantee tendrá mi respuesta. Muchas veces remitiré a fuentes (enlaces de internet) en las que se podrá comprobar cómo se trata el tema.
Espero tu participación.
"Idea inesperada, pensamiento, dicho agudo u original que ocurre a la imaginación" es la definición RAE de la palabra que titula esta entrada.
Me ha venido a la imaginación la inesperada idea de escribir un relato que contenga dichos agudos y originales y, además, conversaciones normales de la gente de la calle.
Nunca mejor dicho porque se trataría, por ejemplo, de ir escuchando lo que dicen espontaneamente las personas que pasean por una avenida, las que están tomando algo en un bar,...
Mi posición como narrador será estática y dinámica a la vez. Es decir, escucharé mientras paseo y me cruzo con los demás personajes, mientras disfruto de una cerveza,...
Si quieres que tus ocurrrencias aparezcan en esta historia, me puedes enviar algún comentario.
De interés para muchos docentes:
https://www.youtube.com/watch?v=Nz46pexYnOk
Una nueva red donde participar y encontrar recursos: Procomún.
Hoy es el día en el que llego a los 60 años.
Hoy es mi último día de presencia en las aulas con horario fijo y grupos de alumnos a los que atender.
Hoy es el día en el que cesa mi actividad de funcionario.
Hoy es mi primer día para dedicarme a...
¿Alguna sugerencia?
Sí, muchas horas las dedicaré a poner por escrito alguna que otra historia.
Por cierto, estoy regalando el pdf de mi novela a quien me lo solicite por email.
Si buscas en el diccionario de la RAE el significado de la palabra que da título a esta entrada, encontrarás esto en la primera acepción:
víspera.
1. f. Día que antecede inmediatamente a otro determinado, especialmente si es fiesta.
Y en esa situación me encuentro yo.
Este es el día que precede a mi aniversario de nacimiento. Hace 60 años que vine a este mundo. Me parió mi madre en Tejeda de Tiétar (Cáceres).
La fiesta voy a celebrarla por motivo doble: cumpleaños y jubilación voluntaria.
Mañana pediré a la vida que me siga tratando bien. Con salud, dinero y amor seguiré conformándome.