En, entre
Durante varios días llevo dosificando mi relato preposicional. Lo podéis descargar gratis en mi página de Bubok.
>>“Durante” no estaba entre las preposiciones que yo me aprendí de memoria cuando realizaba mis primeros estudios en los años sesenta. Hoy sí tienen que aprenderla todos ustedes porque así lo dicen los que mandan en esto. La empleamos para referirnos a lo que dura un periodo con principio y fin. Se podría decir que vale por “desde” y por “hasta”. Durante los minutos que me quedan de lectura, espero que sigáis tan interesados y atentos como hasta ahora.
>>“En” es de las preposiciones que usamos para introducir los complementos circunstanciales de lugar, tiempo y modo. Siempre que hablo de circunstancias me acuerdo de la famosa sentencia de Ortega y Gasset que decía “Yo soy yo y mi circunstancia,…”. Yo comparto y defiendo esa idea en este momento y en este lugar y la he defendido siempre. En mi actual circunstancia me da por escribir y espero que lo que escribo llegue a publicarse en poco tiempo. Aprovecho la circunstancia para hablar de otra “en-“ que he encontrado en el diccionario. Es un prefijo que se usa para formar parasintéticos. ¿Y eso qué es? Os lo voy a explicar con un ejemplo que me enseñó un colega de Departamento. La palabra “en-amor-ado” es parasintética porque al lexema le hemos añadido morfemas derivativos prefijos y sufijos, pero si quitamos el prefijo “en-” la palabra “*amorado” no existe en nuestro léxico. ¿Lo entendieron?
>>“Entre” está colocada entre “en” y “hacia”. Para destacarlas las he escrito entrecomillas. Que quede entre ustedes y yo, os diré que “entre” se enfadaba más que “contra” cuando oía la incorrección “*Entre más…”. Lucía me recuerda que os diga que se debe decir “Cuanto más”. Esta nieta mía siempre se pone en medio de…, como el jueves, entre las líneas que voy escribiendo. Parece que quiere quitar el protagonismo a las preposiciones. Espero que cuando, dentro de un rato, entre en clase la persona a la que he invitado no os quedéis con la boca entreabierta. Entre pitos y flautas ya solo quedan dos preposiciones para el entreacto o intermedio. Es decir, para el primer y único descanso en mi lectura.
Hasta mañana.
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